domingo, 20 de junio de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (18)


LA REVOLUCIÓN DE LAS EXPECTATIVAS: LA INVENCIÓN DEL FUTURO ENVEJECIMIENTO (y III)
En el siglo XXI no se puede afrontar el envejecimiento de la población mediante la búsqueda de soluciones inexistentes que la hagan desaparecer, sino que son necesarios planteamientos innovadores de adaptación.


Las personas mayores del mañana serán muy distintas a las de hoy, y los problemas importantes pueden no estar donde se piensa, atribuyéndose una importancia tal vez excesiva a los aspectos económicos, cuando van a surgir problemas sociales complicados e inéditos


El concepto de envejecimiento evoluciona en una sociedad que experimenta cambios en múltiples esferas de la vida, como las modificaciones de los sistemas de producción, innovaciones tecnológicas, automatización, robotización, avance de la tecnología de la información, sociedad de más riegos y en las que ocurrirán cambios en distintas esferas de la vida.

Han dejado de estar vigentes los tiempos sociales en el ciclo vital con sus tres secuencias, formación o preparación para el trabajo; trabajo; y descanso. Algo similar ocurre con el esquema tiempo de producción/tiempo de jubilación o de descanso.

Las condiciones de trabajo y las personales con las que se accede a la jubilación o su duración, se ha modificado sustancialmente, desde la fecha en que fue instaurada.

Se ha configurado un marco cotidiano con condiciones distintas a las vividas por las anteriores generaciones: las modificaciones en las estructuras familiares y, entre ellas, el incremento progresivo de nuevos modelos familiares y la presencia masiva de la mujer en los medios externos a la familia.

Los mayores del futuro dispondrán de mejor salud, con una atención sanitaria universal, un buen nivel económico, con una cobertura en pensiones para todos, sean o no contributivas, y sobre todo un mayor nivel cultural, ya que las generaciones que hoy están en torno a los 40 – 45 años han dispuesto de unos estudios medios y superiores, viviendo la enseñanza para todos y en donde la mujer ha accedido a estudios técnicos y superiores en igualdad de condiciones. Serán unos mayores mas formados con más opciones de ocio y tiempo libre diferente.

La invención del nuevo envejecimiento: el envejecimiento activo

Para superar el enfoque dado al envejecimiento por el modelo de declive, se ponen de relieve nuevos planteamientos y la necesidad de compromisos por parte de las personas mayores para esta etapa del ciclo vital

Se ha de considerar que el envejecimiento es una etapa más del ciclo vital, ya que salvo impedimentos físicos graves, la persona mayor se encuentra en disponibilidad de fortalecer y desarrollar actividades, ya sean intelectuales, culturales o físicas, retrasándose así el deterioro mental y anímico que ocurre en el proceso fisiológico del envejecimiento. Y que para adaptarse a los cambios ocurridos durante el envejecimiento, se requiere una preparación como para las demás etapas de la vida.

Las personas mayores que envejecen han de permanecer comprometidas en el contexto donde se encuentran; ocupar su tiempo desocupado en nuevas actividades, evitando caer en la inadaptación y en la marginación; tener presente ideales en su existencia para llevarlos a la práctica en las nuevas condiciones impuestas por la edad avanzada; prestar atención a la formación continua y perfeccionamiento humano y espiritual; y flexibilizar criterios, con apertura a los nuevos tiempos, huyendo del conservadurismo, apatía e inercia.

Estos planteamientos y compromisos conducen al modelo de envejecimiento activo cuya meta final esta en conseguir que cada persona mayor realiza su potencial de bienestar físico, social e intelectual a lo largo de toda su vida, y por tanto, pueda participar en la sociedad, de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, resaltando la participación y la inclusión de las personas mayores como ciudadanos de pleno derecho. Pone énfasis sobre la calidad de vida, y el bienestar mental y físico

El envejecimiento activo, sustituye la planificación estratégica ”basada en las necesidades”, que contempla a las personas mayores como objetos pasivos, a otra “basada en los derechos” El paradigma del envejecimiento activo reconoce los derechos de las personas mayores, considerando la igualdad de oportunidades para ejercer su participación en el proceso político, social y en otros aspectos de la vida comunitaria

Después de estas matizaciones conceptuales, podemos concretar que la salud, la participación y la seguridad, son los tres pilares básicos del envejecimiento activo

La salud que según la OMS hace referencia al potencial de bienestar físico, social y mental de las personas mayores a lo largo de todo su ciclo vital, para así tomar parte en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, manteniendo su autonomía e independencia a medida que envejece. Para ello es necesario que los factores de riesgo ambientales y conductuales; las enfermedades crónicas; y el declive funcional, se mantengan en niveles bajos; y que los factores protectores sean elevados. En definitiva, prevenir y reducir la discapacidad, enfermedades crónicas y mortalidad prematura.

La participación en actividades sociales, económicas, culturales, espirituales y cívicas, de acuerdo con sus derechos humanos. Para ello, hay que proporcionar oportunidades de educación y aprendizaje durante todo el ciclo vital.

Y la seguridad, atendiendo las necesidades sanitarias, sociales, económicas y de seguridad física de los mayores, garantizando su dignidad, protección y asistencia en el caso de que no puedan valerse por si mismas.

En definitiva, para alcanzar el bienestar en la vejez, además de factores económicos, educativos y sociales, se exige la habilidad de la persona mayor para abarcar y adaptarse a los inevitables cambios, ejercitando sus capacidades humanas y el desarrollo de su personalidad.