sábado, 24 de julio de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (28)

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LO QUE VD. NECESITA CONOCER DEL ENVEJECIMIENTO

En este artículo, vamos a dejar constancia, de una serie de puntualizaciones para que sean no solo leídas sino meditadas por todos Vds. como verdaderos protagonistas, en el escenario del envejecimiento.:


1.- Las personas mayores en el futuro, como grupo de población, pasaran de la invisibilidad y anonimato, a una presencia constante, a veces llamativa, en la mayoría de los ámbitos sociales ya que cada vez tiene menos que ver la persona mayor con el estereotipo que lo identificaba con la pobreza, la marginación y el desinterés por el mundo.

2.- El alargamiento de la duración de la vida humana redefine sin cesar el recorrido de las edades, lo que conduce a la multiplicación de las etapas del ciclo vital y la reinterpretaciòn de los significados del recorrido.

3.- Ante el modelo productivo en donde el sentido de la persona mayor es una condición impuesta por la sociedad a través de la jubilación, como paso de la actividad a la inactividad, se impone la elaboración de un modelo satisfactorio, a partir del concepto de autonomía, que se enfrenta al doble reto de superar los tópicos e ideas falsas que popularmente se proyecta sobre los sujetos de edad, entorpeciendo su compresión y desarrollo.

4.- Afrontar el transcurso de los años con actitud participativa, autorealizable, creativa, intelectual, con un concepto y percepción positiva, reconocida socialmente, considerado como signo y resultado del desarrollo social y económico. Con un conjunto de valores considerados como parámetros que definen la cultura del envejecimiento, generadora de un espacio en el agregado de culturas diferenciadas que conforman la sociedad.

5.- Hemos pasado de una sociedad en la que el peso de las personas mayores era marginal, con una esperanza de vida, que en el mejor de los casos, prácticamente coincidía con la edad de la jubilación, a una sociedad en la que las personas mayores van siendo el segmento mayoritario de la población con muchos años por delante, un tercio de su vida una vez jubilados.


6.- Si se ensalza la juventud como un estado ideal, forzosamente el envejecimiento se vive como una limitación, como una perdida a la que caminamos de forma irreversible. De ahí la paradoja de que la vida de las personas en lugar de ser una acumulación de experiencias, de aprendizaje continuo, de una búsqueda constante y de interés por descubrir, parece que a partir de cierto momento que ya no se es joven, ya no se tiene futuro. Por ello en el momento en que se entiende el envejecimiento no como una limitación sino como un periodo más de la vida en el que se puede vivir con la misma intensidad que en cualquier otra edad, habremos conseguido algo decisivo.

7.- Desde el plano individual, en el envejecimiento se habla de resocializaciòn como aquel proceso que reconstruye las relaciones sociales rotas después de unos años de desempeño de determinados roles – padre, marido o esposa, trabajador, trabajadora, y que obliga a aprender las obligaciones y derechos de las nuevas situaciones de abuelo, viudo, jubilado etc.

8.- Es peligroso para la persona mayor, mantener una postura rígida frente al cambio, defendiendo la estabilidad como mecanismo de seguridad. De ahí la importancia de la educación de las personas mayores como instrumento de resocialización, lo que exige aceptación, acomodación, adaptación e integración.

9.- El principal problema del envejecimiento, cualquiera que sea la edad de la persona es la contradicción entre los deseos y la realidad. Desengaño por intentar alcanzar objetivos imposibles, imponiéndose la capacidad de dejar de presumir de joven y hacerlo como persona digna, disfrutando de lo que es propio de la persona mayor: tiempo libre de urgencias, serenidad de espíritu, lejos de impulsos juveniles, reflexión como producto de la experiencia y paz interior como premio al abandono de rivalidades.

10.- Se impone la aceptación serena de los elementos propios de cada edad, con una posición optimista en relación con las propias posibilidades y con una estructura lo suficientemente autónoma como para poner en primer plano el propio proyecto vital, y seguir conectado al entorno social, familiar y personal, lo que llevaría consigo un mayor crecimiento personal y de bienestar.

11.- Ante las persona mayores “objeto” que se limita a recibir atenciones y cuidados de la sociedad han de surgir las personas mayores “sujeto” protagonistas de su propio desarrollo y que tratan de encontrar un nuevo rol propio que ejercer y de inventar una nueva cultura que solo los mayores, pueden crear y disfrutar. Invención de un nuevo envejecimiento, el surgir de una nueva cultura solo para personas mayores que haga olvidar el actual estigma del envejecimiento y se convierta en su seña de identidad colectiva.


12.- En cuanto al devenir social de las personas mayores hemos de indicar que no se puede afrontar el envejecimiento mediante la búsqueda de soluciones inexistentes que lo hagan desaparecer, sino que son necesarios planteamientos innovadores de adaptación.



PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARA PERSONAS MAYORES

En cuanto a los programas universitarios para personas mayores y como resultado de investigaciones reflejadas en la parte empírica de mi tesis doctoral “EDUCACIÓN Y UNIVERSIDAD EN EL ÁMBITO DE LA CULTURA DE LAS PERSONAS MAYORES” llegamos a las siguientes conclusiones:

. 1.- La disminución en la actualidad del número de estudiantes jóvenes en edades comprendidas entre los 18 y 23 años matriculados en la Universidad, y el incremento de la población mayor de 65 años que supone el 20% de la población total, con expectativas de un envejecimiento activo y satisfactorio, obliga a apostar por otros usuarios de la institución universitaria, poniendo de relieve la necesidad de un compromiso social para la mejora en la calidad de vida y la participación de los mayores en la sociedad.

2.- Ello exige ampliar la oferta de programas y cursos, dirigidos a personas mayores, tanto titulados universitarios con necesidad de formación permanente; como no titulados, para su acercamiento a la Universidad en esta etapa de la vida.

3.- Ante las expectativa de adaptación de la Universidad al reto del aprendizaje como proceso permanente, la realidad ofrece un modelo de Universidad que no es el más adecuado para la educación de las personas mayores, por lo que es necesario un replanteamiento didáctico de la enseñanza universitaria tradicional hacia un modelo flexible, emancipatorio, humanista e intergeneracional, en una línea de intensificación y reforzamiento.


4.- Los programas universitarios para personas mayores como propuesta pedagógica, debe situarse en un equilibrio armónico entre su altura científica y las necesidades o expectativas específicas del alumnado mayor, exigiendo un cambio didáctico, metodológico y de la forma de enseñar, con exigencia de calidad.

5.- Definición y concreción de políticas sociales, educativas y de financiación de la formación para personas mayores con regulación legal a partir de la LOU y desarrollo básico para conseguir su integración plena en la estructura universitaria, con el reconocimiento de este tipo de programas.

6.- Consecuentemente la apertura de la Universidad a programas dirigidos a: profesionales, personas adultas, para completar su formación y reciclar sus conocimiento; ofrecer oportunidad de aprendizaje que ayude a mantener a las personas mayores en el mundo laboral; personas mayores para facilitarles la herencia cultural de la humanidad; aprovechar la jubilación para lograr lo que siempre quisieron y no pudieron por su trabajo: la obtención de un título universitario; expectativas de programas conjuntos para facilitar los contactos e intercambios entre estudiantes universitarios jóvenes y personas mayores.

7.- Siguiendo las directrices expuestas, se ha de resaltar que los programas que se realicen en la Universidad, atiendan la diversidad de demandas de las personas mayores. En esta línea, debe abrirse un amplio abanico de posibilidades, con las siguientes manifestaciones:.- Que el alumno una vez terminado el ciclo de tres años como mínimo, tenga la posibilidad de asistir a cursos monográficos y/ o diversificados. .- Potenciar la metodología universitaria para asimilarlos lo más posible a los cursos reglados, fomentando los trabajos de investigación que beneficien a los alumnos, a la propia Universidad y a la sociedad en general. .- Cursos especialmente diseñados para que los alumnos que los cursen con aprovechamiento, puedan convalidar, total o parcialmente, la prueba de mayores de 25 años y acceder a los estudios oficiales de la Universidad, en las mismas condiciones que las señaladas cuando se superan dicha prueba. .- Dentro de la ordenación académica universitaria, discernir opciones formativas y programas dirigidos a las personas mayores, que tuviesen estudios previos que permita su acceso directo a la formación superior universitaria y estén interesados en conseguir un título superior u oficial.

8.- El modelo de Universidad que se esta tratando de construir implica flexibilidad en el diseño de sus contenidos, con diversificación de su curriculum. Los programas universitarios para persona mayores, como grupo innovador, pueden contribuir al cambio de la Universidad, existiendo en su órgano de gobierno, la correspondiente presencia institucionalizada.

9.- Necesidad de profundizar en la configuración de este tipo de programas, con la implantación de diversos módulos, cerrados, completos y desarrollados con profundidad, adecuados y adaptados lo más posible a las experiencias, conocimientos y necesidades reales, dentro del entorno cultural, social y político en el que viven las personas mayores; y la elaboración de un marco básico que colabore en la unificación de criterios en relación con asignaturas, profesorado, metodología, didáctica etc.

10.- Lo anterior se completa con: la configuración de un plan de estudios; la referencia a campos de conocimiento más que a materias; y que sean las propias universidades las que concreten las mismas, en función de sus posibilidades y del interés de la población a atender.

11.- Favorecer el intercambio bidireccional de conocimientos estableciendo cauces para que las propias personas mayores planteen sus propuestas y experiencias a los responsables de los programa, siendo receptivos a las mismas, participando oficialmente el alumnado, en las decisiones referidas a las materias a impartir en las clases.

12.- El profesorado universitario ha de estar preparado para este tipo de alumnado y debe cambiar la forma de educar, difundiendo conocimientos de una manera dinámica con una interacción profesor alumno, poniendo en práctica una metodología dinámica, activa, participativa, organizada en torno a experiencias personales gratificantes, constructiva, no agotándose la formación de manera endógena sino con proyección social.

13.- La responsabilidad de la docencia no debe ser exclusivamente del profesorado universitario, sino también de expertos y colaboradores que por sus méritos profesionales puedan ser útiles; teniéndo en cuenta, además, la capacidad del mayor para participar no solo como educandos sino como educadores, en las actividades programadas en el aula de formación abierta, transmitiendo sus conocimientos y experiencias


14.- Un objetivo fundamental dentro de la programación de actividades universitarias para personas mayores es la investigación a través de grupos de trabajo, estimulando al profesorado para que la impulsen, promoviéndose así uno de los pilares básicos de la enseñanza universitaria.

15.- Dada la experiencia profesional y personal de los alumnos mayores, su presencia no puede quedar limitada a la asistencia a las clases para ocupar su tiempo libre y relacionarse con personas que tienen sus mismas inquietudes intelectuales, sino que deben colaborar activamente, participación tanto en la sociedad como en la Universidad, a través de un centro institucionalizado para ello. Se presta un servicio como quehacer propio de la institución superior.

16.- Tener en cuenta el aspecto intergeneracional de los estudios universitarios para mayores, fomentando las relaciones a través de acciones conjuntas de actividades, que favorezcan la oportunidad de compartir conocimientos y experiencias, a través de grupos de trabajo y profundizar en los problemas específicos de ambos biosegmentos.

17.- Que los programas se realicen en el espacio universitario con dependencias adaptadas a las exigencias de las personas mayores, poniendo a su disposición las facultades, departamentos, aulas, laboratorios, bibliotecas etc. sin ningún tipo de discriminación, favoreciendo la convivencia con los estudiantes jóvenes.

18.- Una atención institucional prioritaria debe ser la evaluación de los procesos educativos de las personas mayores; de la configuración de este tipo de programas; y del funcionamiento de sus aulas.


Aula de Mayores de la Universidad de Málaga UMA
Profesor Dr. D. Enrique Pozón Lobato

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