domingo, 19 de diciembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (45)

AULA DE MAYORES DE LA UNIVERSIDAD Y MONITORES DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO.

Cada vez tiene menos que ver la persona mayor con el estereotipo que identifica el envejecimiento con el desinterés por el mundo. Este cambio cuestiona los principios y mentalidades profundamente arraigadas en nuestra cultura y en nuestra práctica social y económica.


Las personas mayores serán cada vez más y tendrán un mayor peso en todos los ámbitos; mucho más dinámicas, con mayor nivel cultural, mejor información, con variedad de opciones de ocio y tiempo libre.
De ahí la necesidad de difusión del modelo de envejecimiento activo, informando objetivamente sobre el potencial de las personas mayores, para pasar del modelo tradicional, deficitario, en donde todo es perdida y deterioro, al nuevo modelo que se adapta a los cambios que se vayan produciendo. La preocupación por situarlas en el lugar que le corresponde en la sociedad, no sólo del presente, sino especialmente del futuro, sin olvidar que la comprensión que se muestra hacia ellas y la participación de las mismas de manera activa en los ámbitos económicos, sociales, culturales y políticos, es un indicador muy sensible sobre el grado de mayoría de edad de esa sociedad.



El envejecimiento activo no solo es una propuesta institucional y normativa sino que debe ser una nueva cultura de los barrios, de los pueblos, de la ciudad, reformulada con el esfuerzo de todos los actores implicados. Hay que trabajar “desde” y “con” las personas mayores para poner en marcha acciones que eliminen las “barreras de edad”. De ahí la importancia de la educación como instrumento de resocialización y reinterpretación de los significados de “crecer envejeciendo”, para crear libremente un clima propicio en el que los mayores tengan pasión por el conocimiento.

Todo lo anterior conduce a poner de relieve el papel que desempeñan las Aulas de Mayores Universitarias como institución, preocupada por el aprendizaje permanente. En este sentido debe plantearse la tarea de FORMACIÓN DE MONITORES que participen como voluntarios en acciones de mentalización sobre el envejecimiento activo, en hogares de jubilados, centros de día, programas de radio, televisión, blog en Internet, periódicos, revistas etc.

Pero para ello, previamente, se debe incluir en la programación de las referidas Aulas de Mayores, independientemente de los contenidos específicos de la misma, un modulo de” PREPARACIÓN PARA EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SU PROYECCIÓN SOCIAL” complementado con un “TALLER DE OPINIÓN, INTERCAMBIO E INVESTIGACIÓN” en donde el mayor puede expresar sus ideas, sus valores, sus opiniones, sus actitudes, sus percepciones, sentimientos, maneras de pensar y su proyección a la sociedad.

jueves, 2 de diciembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (44)

Los cambios en el modelo de declive del envejecimiento

El modelo de declive considera, que en el envejecimiento todo son cambios, tanto biológicos como psicológicos y socales, lo que desemboca en pérdidas. Veamos:


1.- Cambios biológicos: Cambios en el aspecto físico de la persona ya sean internos o externos, aspectos médicos y de salud

1.1.- Sistema vegetativo: problemas en los sistemas respiratorios, circulatorio o digestivo

1.2.- Sistema relacionado con problemas óseo musculares – artritis, artrosis, reuma - ya no puedo moverme, no puedo andar bien, no se, parece como si tuviesen que engrasarme

1.3.- Sistema sensorial: cambios relativos a la disminución de la vista o del oído, cada vez mas la vista y el oído se hace menos sensibles (hombre de 81 años)

1.4 La apariencia física; apariencia externa…..particularmente a mi lo que mas me ha afectado del envejecimiento es que ahora estoy muy arrugada (mujer de 73 años)

2.- Cambio psicológico: Se destaca perdidas de tipo intelectual, afectivo, emocional, de interés o motivaciones.

2.1.-Cambios cognitivo: cambios relativos a la memoria, inteligencia, aprendizaje, atención etc. Ej. yá no me funciona bien las ideas y pierdo mucha memoria, no se que es lo que acabo de hacer hace un momento ( hombre de 71 años)

2.2.- Afectividad menciona sentimientos de tipo depresivo….te sientes inútil, como que ya no vales nada ni para nadie, no eres productivo (hombre 78 años)

2.3.- Motivación. Aspectos como el aburrimiento, la falta de ilusión o la falta de ganas de hacer las cosas,…cuando envejeces pierdes la ilusión, cuado eres joven nada se te ponía por delante y ahora solo pensar en hacer algo ya se te hace cuesta arriba (hombre 79 años)

2,4.- Dependencia; aumento de sentimiento de dependencia y falta de autonomía… lo peor es que no te puedes valer por ti misma, que tienes que molestar a los demás, eso es mas triste de necesitar de los demás para que te cuiden..(mujer 76 años)

2.5.- Cambios de personalidad: cambios en la forma de ser, en los rasgos de carácter----te dan manías, una se pone como una niña (mujer de 77 años)

3.- Cambio social: cambios respecto a la relación de la persona con otras personas

3.1.- Modificaciones familiares: cambios en la estructura de relaciones familiares – marcha de los hijos, perdida de la pareja, nacimiento de los nietos etc. … cuando te haces vieja la familia ya no te viene a visitar tanto …

3.2 Jubilación: perdida de actividad laboral…. Te hacen dejar de trabajar y luego te pesa la inactividad, ya no sabes que hacer con tanto tiempo (hombre 72 años)

3.3 Modificaciones económicas: cambio en la economía doméstica….la economía cambia bastante porque los sueldos de los pensionistas no son muy altos y siempre cuesta llegar a fin de mes (mujer 77 años)

3.4.- Perdida de relaciones sociales: disminución de amistades por aislamiento social, por muerte de amigos etc. ---- pierdes la relación con los demás debido a los desengaños que te has llevado a lo largo de la vida (hombre 78 años)

Resultado

De las tres grandes categorías la que recibe mas inquietud es la del cambio biológico – 45% -; después, el cambio psicológico - 31% - ;y cambio social - 24% -.

Se perciben un declive generalizado a nivel biológico y de salud…. un cambio global de todos sus sistemas del organismo.… Creo que hacerse mayor es no poder hacer las cosas que antes se hacia, porque estas impedido físicamente……envejecer es no poder hacer las cosas que hacías antes porque te falta la fuerza, tienen mas achaques que los jóvenes y en general, peor salud

No obstante el envejecimiento se percibe como un proceso básicamente de carácter multidimensional que no concierne exclusivamente a la faceta biológica de la persona sino también a sus dimensiones psicológicas y social aunque mas concretas.

Solo algunos de los cambios categorizados como la modificación familiar, la jubilación, la personalidad, se le puede atribuir un carácter de ganancia o de relativa indefinición entre perdida y ganancia….. “uno de los cambios es que ya no puedes disfrutar de los hijos pero empiezan disfrutar de los nietos…; “cuando envejeces puedes descansar de una vida de trabajo, esta mucho mas tranquilo y tiene mas tiempo libre “la capacidad de pensar no la pierdes, pero cambias, una persona joven piensa de una manera y cuando se hace mayor piensas de otra manera”.

Si los cambios positivos son minoritarios pensamos en un modelo de declive tal como lo hemos caracterizado, una especie de cuesta abajo en todos los sentidos, biológico, psicológico, y social.

Esta manera de pensar puede afectar a dimensiones tales como el autoconcepto y autoestima de las personas mayores; una visión negativa del envejecimiento que conduce a sentimientos de desesperanza y pesimismo sobre uno mismo y al futuro.

viernes, 26 de noviembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (43)


El envejecimiento como construcción no solo biológica sino social

El envejecimiento no es solo una construcción biológica sino también una construcción social, por lo que a partir de los años sesenta del siglo XX, se empezaron a construir diferentes teorías sociológicas, que han ido evolucionando, para explicar el hecho del envejecimiento. Entre ellas cabe destacar: la desvinculación, el activismo y la continuidad.


La teoría de la desvinculación, desenganche o retraimiento tiene como base la toma de conciencia de la temporalidad de la vida. Las personas mayores tienden a reorganizar sus proyectos en función del tiempo que aun le queda por vivir.

Se produce un distanciamiento reciproco entre las personas que envejecen y el resto de miembros de la sociedad a la que pertenecen provocado, por las propias personas que envejecen y/o por el resto de miembros de la sociedad

Supone una forma ordenada de transición del poder, evitando que la desaparición natural de un individuo, tenga repercusiones en el sistema social, permitiendo a los jóvenes cubrir los puestos liberados por las personas mayores. Es una complicidad entre lo biológico y lo social. Se asegura así, el funcionamiento óptimo de la sociedad.

Pero esta teoría de la desvinculación, no puede generalizarse a todo el conjunto de las personas mayores. La desvinculación no tiene porque ser una opción definitiva e irreversible, Muchas de las personas mayores continuamos siendo activas y ejerciendo eficazmente nuestras funciones sociales.

La “teoría de la actividad” fue elaborada para colmar las lagunas de la teoría de la desvinculación, siendo sus postulados básicos Primero: “Solo es feliz y se siente satisfecha aquella persona que es activa, que produce algún rendimiento, que es útil para los demás”.

Segundo: “Las actividades sociales reconstruye la propia imagen de las personas mayores, deteriorada por las perdidas provocadas por el envejecimiento”.

Es una teoría válida para los “viejos jóvenes” pero dudosa para los “viejos viejos”. Aplicable, más a la etapa de paso a la jubilación, que al propio envejecimiento. De ahí los aspectos positivos y negativos:

Como aspectos positivos del activismo podemos destacar: el sentimiento de bienestar; el sentirse útil; la protección contra el aburrimiento, la soledad y la , enfermedad.

En cuanto a críticas podemos decir que: homogeneiza el proceso del envejecimiento; resulta demasiado ideal, ya que puede crear una expectativa irreal en personas mayores que se enfrentan a limitaciones biológicas, económicas, y sociales.

No obstante lo anterior, sigue siendo válida, la relación empírica entre actividad y bienestar en la vejez; entre el envejecimiento activo y el envejecimiento saludable; entre actividad y salud.

Y por último, la teoría de la continuidad tiene como postulado básico, el considerar que la personalidad y el sistema de valores de las personas mayores, permanece intacto con el paso de los años, siempre que se hayan adaptado a la evolución que le impone su propio organismo y la sociedad en que vive.

No hay una ruptura radical, brusca entre la edad adulta y la tercera edad. La personalidad sigue evolucionando durante toda la vida para integrar las experiencias que se le van presentando.

Rescatar el sentido de identidad del individuo a lo largo de la vida, tomando conciencia del envejecimiento desde edades tempranas de la vida, preparándose para la vejez, a través de diferentes estrategias de adaptación que ayuden a reaccionar eficazmente ante los sufrimientos y pruebas de la vida, cuando llegue la etapa del envejecimiento.

Pero continuidad no significa estabilidad. Debe actuar en el presente, para mejorar una situación difícil.

domingo, 14 de noviembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (42)

MAS SOBRE EL MODELO DE DECLIVE O VISIÓN NEGATIVA DEL ENVEJECIMIENTO (II PARTE)

El modelo de declive considera, que en el envejecimiento todo son cambios, tanto biológicos como psicológicos y socales, lo que desemboca en pérdidas. Veamos:

1.- Cambios biológicos: Cambios en el aspecto físico de la persona ya sean internos o externos, aspectos médicos y de salud

1.1.- Sistema vegetativo: problemas en los sistemas respiratorios, circulatorio o digestivo

1.2.- Sistema relacionado con problemas óseo musculares – artritis, artrosis, reuma - ya no puedo moverme, no puedo andar bien, no se, parece como si tuviesen que engrasarme

1.3.- Sistema sensorial: cambios relativos a la disminución de la vista o del oído, cada vez mas la vista y el oído se hace menos sensibles (hombre de 81 años)

1.4 La apariencia física; apariencia externa…..particularmente a mi lo que mas me ha afectado del envejecimiento es que ahora estoy muy arrugada (mujer de 73 años)

2.- Cambio psicológico: Se destaca perdidas de tipo intelectual, afectivo, emocional, de interés o motivaciones.

2.1.-Cambios cognitivo: cambios relativos a la memoria, inteligencia, aprendizaje, atención etc. Ej. yá no me funciona bien las ideas y pierdo mucha memoria, no se que es lo que acabo de hacer hace un momento ( hombre de 71 años)

2.2.- Afectividad menciona sentimientos de tipo depresivo….te sientes inútil, como que ya no vales nada ni para nadie, no eres productivo (hombre 78 años)

2.3.- Motivación. Aspectos como el aburrimiento, la falta de ilusión o la falta de ganas de hacer las cosas,…cuando envejeces pierdes la ilusión, cuado eres joven nada se te ponía por delante y ahora solo pensar en hacer algo ya se te hace cuesta arriba (hombre 79 años)

2,4.- Dependencia; aumento de sentimiento de dependencia y falta de autonomía… lo peor es que no te puedes valer por ti misma, que tienes que molestar a los demás, eso es mas triste de necesitar de los demás para que te cuiden..(mujer 76 años)

2.5.- Cambios de personalidad: cambios en la forma de ser, en los rasgos de carácter----te dan manías, una se pone como una niña (mujer de 77 años)

3.- Cambio social: cambios respecto a la relación de la persona con otras personas

3.1.- Modificaciones familiares: cambios en la estructura de relaciones familiares – marcha de los hijos, perdida de la pareja, nacimiento de los nietos etc. … cuando te haces vieja la familia ya no te viene a visitar tanto …

3.2 Jubilación: perdida de actividad laboral…. Te hacen dejar de trabajar y luego te pesa la inactividad, ya no sabes que hacer con tanto tiempo (hombre 72 años)

3.3 Modificaciones económicas: cambio en la economía doméstica….la economía cambia bastante porque los sueldos de los pensionistas no son muy altos y siempre cuesta llegar a fin de mes (mujer 77 años)

3.4.- Perdida de relaciones sociales: disminución de amistades por aislamiento social, por muerte de amigos etc. ---- pierdes la relación con los demás debido a los desengaños que te has llevado a lo largo de la vida (hombre 78 años)

Resultado

De las tres grandes categorías la que recibe mas inquietud es la del cambio biológico – 45% -; después, el cambio psicológico - 31% - ;y cambio social - 24% -.

Se perciben un declive generalizado a nivel biológico y de salud…. un cambio global de todos sus sistemas del organismo.… Creo que hacerse mayor es no poder hacer las cosas que antes se hacia, porque estas impedido físicamente……envejecer es no poder hacer las cosas que hacías antes porque te falta la fuerza, tienen mas achaques que los jóvenes y en general, peor salud

No obstante el envejecimiento se percibe como un proceso básicamente de carácter multidimensional que no concierne exclusivamente a la faceta biológica de la persona sino también a sus dimensiones psicológicas y social aunque mas concretas.

Solo algunos de los cambios categorizados como la modificación familiar, la jubilación, la personalidad, se le puede atribuir un carácter de ganancia o de relativa indefinición entre perdida y ganancia….. “uno de los cambios es que ya no puedes disfrutar de los hijos pero empiezan disfrutar de los nietos…; “cuando envejeces puedes descansar de una vida de trabajo, esta mucho mas tranquilo y tiene mas tiempo libre “la capacidad de pensar no la pierdes, pero cambias, una persona joven piensa de una manera y cuando se hace mayor piensas de otra manera”.

Si los cambios positivos son minoritarios pensamos en un modelo de declive tal como lo hemos caracterizado, una especie de cuesta abajo en todos los sentidos, biológico, psicológico, y social.

Esta manera de pensar puede afectar a dimensiones tales como el autoconcepto y autoestima de las personas mayores; una visión negativa del envejecimiento que conduce a sentimientos de desesperanza y pesimismo sobre uno mismo y al futuro.

lunes, 25 de octubre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (41)


MAS SOBRE EL MODELO DE DECLIVE O VISIÓN NEGATIVA DEL ENVEJECIMIENTO (I PARTE)

Hace unos años los valores de la sabiduría, la experiencia, la ternura, la tranquilidad, la serenidad vital constituían baluartes de la gente mayor.

Hoy día se valora mucho mas lo eficiente, competitivo, rentable, útil, productivo o exitoso. Todo aquellos que se mueve alrededor de la juventud - belleza - salud, rechazando lo viejo, enfermo o estéticamente desagradable y mas aun si supone una carga o un estorbo social

Ante las expectativas de evolución del envejecimiento en el siglo XXI, es conveniente, poner de relieve como punto de referencia, el modelo de declive, con una visión negativa del mismo.

Desde el punto de vista sociológico el modelo en declive se explica por la teoría de la desvinculación, desenganche o retraimiento. Ya dijimos en un espacio anterior que dicha teoría tiene como base la toma de conciencia de la temporalidad de la vida, que hace que la persona mayor se reorganice sus proyectos en función del tiempo que le queda por vivir.

Al respecto del modelo de declive podemos señalar algunos otras cuestiones:

Unas hacen referencia a los distintos significados culturales que tiene el concepto de “viejo” en muchos de los diccionarios contemporáneos. Haciendo un discreto recorrido por alguno de ellos, encontramos, referidos a la vejez, expresiones tales como: añoso, decrépito,, caduco, senil,, maduro, antiguo, arcaico,, añejo,, desusado,, rancio, vetusto, primitivo, deslucido, estropeado, acabado, pasado de moda, acartonado, avejentado , centenario, longevo.

Por otro lado, en el imaginario social, el término viejo sigue siendo sinónimo de pobreza, enfermedad, abandono, soledad, marginación, aburrimiento, melancolía, carga social y otros males. Una imagen deformada, negativamente estereotipada, consecuencia del tipo de sociedad en la que vivimos, basada sobre la productividad y el consumo, teniendo sobre las personas mayores una serie de creencias

Otra cuestión referida al modelo de declive es el denominado ageismo o etaismo, como : conjunto de valores o mejor contravalores y actitudes peyorativas que vienen a marginar y excluir en todos los órdenes de la vida social a la persona mayor, con la creencia de:

- Que el envejecimiento comienza a los sesenta y cinco años, edad de jubilación.

- Que las personas mayores se hallan muy limitadas en sus aptitudes biológicas, psicológicas y sociales,

- Ven disminuida su inteligencia, con pérdida global de memoria, sin motivación para aprender.
- - Marginados, con escasa capacidad de relación, perdiendo interés vital, produciéndose una apatía emocional y un aislamiento progresivo.

Por tomar ejemplos, estos rasgos se ven reflejados en una serie de artículos publicados en un número Monográfico de EL PAIS- 30 DE NOVIEMBRE DE 1989 - dedicado a la problemática de las personas mayores, en donde se podían leer titulares en los siguientes términos: “La condena de la vejez”; “Desgracia y sabiduría”; “Despertar del letargo”; “Privados de razón”; “Ancianidad y postergación social”; “La noche de los muertos vivientes”.

ARISTOTELES decía que “el joven es una persona con poca historia y mucha esperanza” y el viejo, “persona con mucha historia y poca esperanza”.

En 1975, aparece el término senilismo o discriminación por edad. En 1980, la palabra “gerontofobia”, es utilizada para expresar el miedo de las personas a hacerse viejas y el aborrecimiento irracional a las personas mayores por parte de la sociedad:

“La persona mayor es un joven disminuido al perder facultades y capacidad de decisión y elasticidad”. Para los jóvenes ser mayor es un “mal degenerativo que no tiene cura”; y para el mayor, la juventud es “una enfermedad que se cura con el tiempo”.

Los rasgos más significativos de los estereotipos negativos sobre las personas mayores es considerarlas como una patología que conlleva necesariamente pérdida de salud; pérdida de inteligencia y de capacidad.

En definitiva el envejecimiento según el modelo tradicional o de declive, lleva consigo una crisis de identidad, produce inquietud, angustia, desconcierto, aparece el aguijón de la soledad, del aburrimiento, de la rutina y la temida depresión. Todo, consecuencia del encuentro con las pérdidas y los cambios.

¿Se sigue conservan en la sociedad esta visión negativa de las personas mayores?. De ello nos ocuparemos en programas sucesivos cuando tratemos el tema de la revolución de las expectativas de las personas mayores, poniendo de manifiesto el modelo del envejecimiento activo

martes, 19 de octubre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (40)

Rasgos e interrogantes sobre el envejecimiento (II parte)

Afortunadamente la revolución demográfica ha coincidido con una revolución de la información y el conocimiento acerca de los procesos del envejecimiento, los cuales, en líneas generales, vienen caracterizados por cuatro rasgos:

La heterogeneidad

Aunque a largo plazo todos estamos muertos, “llegamos al final de la vida por distintos caminos” tanto desde el punto de vista biológico como sociológico. De ahí la heterogeneidad de los procesos de envejecimiento

La continuidad

Preparamos nuestro bienestar en la vejez antes de ser viejo. “Si lo puedes evitar no te hagas viejo siendo pobre, ignorante o falto de redes sociales de apoyo”. Tener adecuados ingresos económicos, educación, y apoyos sociales, predicen una experiencia relativamente positiva al final de la vida

La modificabilidad

“Si quieres comprender el envejecimiento intenta cambiarlo”. Esto no significa que declaremos abierta la temporada de las personas mayores para demostrar su capacidad de cambio por el mero hecho de demostrar dicha capacidad. La Importancia de las interacción entre persona mayor y su entorno.

“Comparar capacidades individuales con oportunidades contextuales”. Adecuación persona –contexto

A continuación vamos a dar respuesta a una serie de interrogantes que se presentan, en relación con el hecho del envejecimiento:

¿Qué es el envejecimiento?
¿Qué es ser persona mayor?

¿A quién se le puede llamar así?

¿Qué significa pertenecer a ese colectivo?

¿Bajo que criterios se forma parte de él?

¿Cómo han sido percibidos y apreciados los mayores a lo largo de la historia?

¿Cómo captamos la esencia de casi 7 millones de españoles, personas mayores?

¿Son pobres, enfermos, deprimidos o aislados?

Primera interrogante

¿Qué es el envejecimiento?

La vida es un crecimiento permanente, pero a su vez un declive progresivo hasta llegar a la muerte de la persona mayor, siendo el envejecimiento “un hecho natural e inevitable inherente a toda persona humana, universal y a la vez individual; un proceso dinámico, gradual, e inevitable, constante, irregular, irreversible, asincrónico”. El hombre como ser vivo tiene una sola alternativa: envejecer y o morir. Solo la muerte anticipada puede evitar el envejecimiento

Es el modelo del ciclo vital en U invertida. Según este modelo, nuestra trayectoria vital típica presentaría tres grandes etapas:

Una primera etapa que comenzaría a partir del nacimiento, caracterizada por ganancias y crecimiento en todas las estructuras y funciones del organismo.

Una ultima etapa que finalizaría con la muerte, en la que se van acumulando pérdidas en todas las estructuras y funciones del organismo

Una etapa intermedia con principio y final difusos, caracterizada por la estabilidad en el funcionamiento óptimo del organismo

Del envejecimiento podemos decir:

- Que transcurre en el tiempo y esta delimitado por éste.

- Que es una parte más del crecimiento del ser humano como lo es la niñez, la adolescencia o la adultez.

- Que no es una etapa rígida, igual para todos y cronológicamente marcada, sino cambiante, dinámica

- Que el hombre se coloca en un ambiente, intercambiando influencias con él, de tal suerte que el envejecimiento viene a ser una forma de adaptarse para sobrevivir.

- El proceso del envejecimiento depende de factores intrínsecos al individuo, endógenos y factores ambientales o exógenos a él.

- Manifiesta cambios a nivel biológico, corporal, psicológico y social

- Y que sobre él hay un conjunto de creencias, de conceptos e ideas verdaderas o no - mitos, prejuicios, estereotipos -, que determinan la postura de la sociedad ante las personas mayores

A lo largo de la Historia de la Humanidad para algunos el concepto de vejez ha sido signo de enfermedad y deterioro. Para otros, sin embargo, la vejez ha sido etapa de más conocimiento, de más sabiduría.

jueves, 7 de octubre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (39)

Rasgos e interrogantes sobre el envejecimiento (I Parte)

Vamos a plantearnos una serie de interrogantes con respecto a las personas mayores..


¿Como denominar a la persona que envejece? Viejos, ancianos, tercera edad, cuarta edad, jubilados, personas mayores, adultos mayores, octogenarios, centenarios etc.

En recientes trabajos empíricos sobre el tema de la denominación realizado en la población española, el 51% considero que el termino mas adecuado para referirse a las personas de edad, era el de “persona mayor”; el 23´5%, “tercera edad”;el 14% “anciano”; y solo el 5,5%,”viejo”. El termino “persona mayor” es el mas descriptivo y neutro, libre de componentes peyorativos

¿Qué criterios se sigue para determinar el envejecimiento?

No hay unanimidad de criterios para fijar la edad en la que una persona entra a pertenecer a este sector poblacional. Al efecto se manejan cuatro indicadores:

El envejecimiento cronológico

En nuestro país viene definido por el hecho de cumplir los 65 años, edad de retiro tradicional o jubilación. Es objetivo porque todas las personas nacidas en la misma fecha, comparten la misma edad cronológica, haciendo homogéneo al grupo de personas mayores. Pero lo esencial no es el mero transcurso del tiempo sino la calidad de tiempo transcurrido

El envejecimiento biológico o funcional

Se define en función del grado de deterioro por los cambios anatómicos y bioquímicos que ocurren durante ese periodo. Pero es un error considerar que la vejez represente necesariamente “incapacidad”.

Envejecimiento psicológico

Limitación en su competencia conductual y en su capacidad de adaptación al medio



Envejecimiento social

En una sociedad que se orienta por criterios productivos, el envejecimiento viene determinado por la edad de la jubilación, ya que superada dicha edad el papel social del individuo se pierde o deja de ser lo que era. Tenemos la muerte social


¿Qué tipos o categorías de envejecimiento pueden darse?

Si tenemos en cuenta, que sobre el envejecimiento pueden influir no solo la edad, sin también factores funcionales, psicológicos, sociales, y ambientales, podemos resaltar dos formas o categorías de envejecimiento:

Envejecimiento normal

Con autonomía e independencia para tomar decisiones y desempeñar las funciones relacionadas con la vida ordinaria

Envejecimiento patológico

Con enfermedades, discapacidades y dependencias. Es el menos numeroso y se puede prevenirse

Solo, aproximadamente, el 7,5% de la población de personas mayores de 65 años, esta afectada por algún tipo de patología demencial y que dos tercios gozan de buena salud. Tan solo una de cada 10 personas mayores de 65 años presenta dependencia.

Esta clasificación genérica se completa si damos entrada al sobreenvejecimiento que divide al grupo de personas mayores, en tres subgrupos:

Envejecimiento activo

Personas mayores jóvenes. 65 – 75 años, con salud aceptable, no vinculados al desgaste físico. Aproximadamente el 70% Envejecimiento asistido

Personas mayores de “mediana edad”, 75 o mas años, relativamente activos o frágiles. Representan el inicio de los condicionamientos o “miserias” de la edad. Aproximadamente el 25%

Envejecimiento vulnerable

Personas mayores “viejas” “viejos longevos”, al superar los 85 años , pasivas, dependientes con categoría social de “seniles”. Aproximadamente el 5%.


(Continúa...)

domingo, 26 de septiembre de 2010

El conocimiento sobre la vejez

Con fecha 23 de Septiembre aparece publicada en la Web de la Universidad Laboral de Córdoba una serie de puntualizaciones referidas a las ”Ventajas de llegar a los 50 años…o más”. Ante el modelo que se describe, tradicional, que presenta la vejez en un marco de limitaciones y declive, que conduce a mitos, prejuicios y discriminación sobre ella, vamos a presentar una imagen más actualizada del envejecimiento y vejez.

“ La vida, además de su vertiente biológica es una empresa personal, una articulación entre el pasado, memoria; el presente, decisión; y el futuro, proyecto. Hemos de considerar el envejecimiento como un fenómeno cultural, no uniforme sino heterogéneo, y en el que el azar, la vida o los problemas sociales, han esculpido a su antojo, rostros diferentes de vejez.. Es una etapa más del crecimiento humano en la que se necesita vivir; saber para que vivir, siendo, además, el inicio de un nuevo proyecto que se ha de construir con lo que se tiene.

La ignorancia sobre la vejez es generalizada, y muy pocas personas en edad adulta se preocupan por conocer y prepararse para esta etapa. Y no digamos desde la atalaya de la juventud.¡La vejez está tan lejos¡. Si se ensalza la juventud como un estado ideal, forzosamente el envejecimiento se vive como una limitación, como una perdida a la que caminamos de forma irreversible. De ahí la paradoja de que la vida de las personas en lugar de ser una acumulación de experiencias, de aprendizaje continuo, de una búsqueda constante y de interés por descubrir, parece que a partir de cierto momento que ya no se es joven, no se tiene futuro. La sociedad que ha reducido el conjunto global de valores a los de utilidad, placer, eficacia, fuerza inmediata, capacidad para dominar e imponer un orden, ha olvidado los valores destacables en la vejez, como el sincero detalle del cariño, el silencio contemplativo, el diálogo sin prisas, la verdad, el bien, la belleza, el dolor enamorado…

Llegar a viejo es ya el horizonte normal de la vida de los ciudadanos, cuyo perfil viene caracterizado por la creatividad, por la necesidad de actualizarse, valorando lo mejor de cada momento, de amar la vida, disfrutando de sus nuevas posibilidades a nuestro alcance, como algo inherente a la condición del ser humano en toda su existencia; de participar de forma activa y comprometida en multitud de organizaciones y proyectos solidarios, con la esperanza de conseguir un mundo mejor; superar los estereotipos consumistas, reconociendo que la belleza y prestigio social, están conectados con el desarrollo integral y coherente de la personalidad, a lo largo de la vida; y que la vejez tiene unos valores – gerontocracia -, como la experiencia, la prudencia, la constancia, la sabiduría, la reflexión, la tradición…

De ahí la necesidad de una información objetiva para comprender que es el envejecimiento, como se envejece, los cambios que se producen, como son las personas mayores hoy día y como serán en el futuro. Ello nos ayudará a conocernos a nosotros mismos como personas mayores, y a desterrar los mitos, prejuicios e ideas erróneas acerca de la vejez, en un mundo tan cambiante. Llegar a viejo es ya el horizonte normal en la vida de los ciudadanos. El conocimiento sobre la vejez es, pues, una asignatura pendiente.

En el momento en que se entienda el envejecimiento, no como una limitación sino como un periodo más de la vida en el que se puede vivir con la misma intensidad que en cualquier otra edad, habremos conseguido algo decisivo. El vivir demasiado en un mundo no diseñado para crecer envejeciendo, puede llevar a tragedia. La prolongación de la esperanza de vida ha supuesto un problema inédito de gestión biográfica, ya que la vida estaba pensada hasta la época de la jubilación. Curiosamente, cuando en 1889 la legislación social de Bismark, estableció la jubilación como un derecho, pocas personas llegaban a ella, y menos, todavía, de tener la oportunidad de disfrutarla.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (39)

RASGOS E INTERROGANTES SOBRE EL ENVEJECIMIENTO (I PARTE)

Vamos a plantearnos una serie de interrogantes con respecto a las personas mayores..

¿Como denominar a la persona que envejece? Viejos, ancianos, tercera edad, cuarta edad, jubilados, personas mayores, adultos mayores, octogenarios, centenarios etc.

En recientes trabajos empíricos sobre el tema de la denominación realizado en la población española, el 51% considero que el termino mas adecuado para referirse a las personas de edad, era el de “persona mayor”; el 23´5%, “tercera edad”;el 14% “anciano”; y solo el 5,5%,”viejo”. El termino “persona mayor” es el mas descriptivo y neutro, libre de componentes peyorativos

¿Qué criterios se sigue para determinar el envejecimiento?

No hay unanimidad de criterios para fijar la edad en la que una persona entra a pertenecer a este sector poblacional. Al efecto se manejan cuatro indicadores:

El envejecimiento cronológico

En nuestro país viene definido por el hecho de cumplir los 65 años, edad de retiro tradicional o jubilación. Es objetivo porque todas las personas nacidas en la misma fecha, comparten la misma edad cronológica, haciendo homogéneo al grupo de personas mayores. Pero lo esencial no es el mero transcurso del tiempo sino la calidad de tiempo transcurrido

El envejecimiento biológico o funcional

Se define en función del grado de deterioro por los cambios anatómicos y bioquímicos que ocurren durante ese periodo. Pero es un error considerar que la vejez represente necesariamente “incapacidad”.

Envejecimiento psicológico

Limitación en su competencia conductual y en su capacidad de adaptación al medio


Envejecimiento social

En una sociedad que se orienta por criterios productivos, el envejecimiento viene determinado por la edad de la jubilación, ya que superada dicha edad el papel social del individuo se pierde o deja de ser lo que era. Tenemos la muerte social


¿Qué tipos o categorías de envejecimiento pueden darse?

Si tenemos en cuenta, que sobre el envejecimiento pueden influir no solo la edad, sin también factores funcionales, psicológicos, sociales, y ambientales, podemos resaltar dos formas o categorías de envejecimiento:

Envejecimiento normal

Con autonomía e independencia para tomar decisiones y desempeñar las funciones relacionadas con la vida ordinaria

Envejecimiento patológico

Con enfermedades, discapacidades y dependencias. Es el menos numeroso y se puede prevenirse

Solo, aproximadamente, el 7,5% de la población de personas mayores de 65 años, esta afectada por algún tipo de patología demencial y que dos tercios gozan de buena salud. Tan solo una de cada 10 personas mayores de 65 años presenta dependencia.

Esta clasificación genérica se completa si damos entrada al sobreenvejecimiento que divide al grupo de personas mayores, en tres subgrupos:

Envejecimiento activo

Personas mayores jóvenes. 65 – 75 años, con salud aceptable, no vinculados al desgaste físico. Aproximadamente el 70% Envejecimiento asistido

Personas mayores de “mediana edad”, 75 o mas años, relativamente activos o frágiles. Representan el inicio de los condicionamientos o “miserias” de la edad. Aproximadamente el 25%

Envejecimiento vulnerable

Personas mayores “viejas” “viejos longevos”, al superar los 85 años , pasivas, dependientes con categoría social de “seniles”. Aproximadamente el 5%.

(continúa...)

lunes, 13 de septiembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR (38)


LOS SIETE PRINCIPIOS DEL ENVEJECIMIENTO ACTIVO


En el 2050 Naciones Unidas anuncia que nuestro país será el mas viejo del mundo, con una pérdida de mas de ocho millones de habitantes, con un 31% de la población que superara los 65 años. Debemos pues plantearnos una profunda reflexión sobre este panorama y afrontar un enfoque positivo del envejecimiento ante esta acelerada transformación de nuestra sociedad.

Se han añadido años a la vida; ahora debemos añadir vida a los años. Esto sugiere una estrategia general de estilo de vida para preservar la salud física y mental de la gente mayor, mas que tratar simplemente de que trabajen mas tiempo. El envejecimiento activo pone énfasis sobre la calidad de vida y el bienestar mental y físico

Se ha de provocar en las personas mayores significados para vivir, convirtiendo el envejecimiento en una etapa creativa y esperanzada, en donde encontrar valores que den explicación a su existencia y crecimiento, haciendo aquello que no pudo hacer antes.

Para ello las personas mayores en el marco del activismo deben: permanecer comprometidas en el contexto donde se encuentran; ocupar su tiempo desocupado en nuevas actividades, evitando caer en la inadaptación y en la marginación; tener presente ideales en su existencia para llevarlos a la practica en las nuevas condiciones impuestas por la edad avanzada, mantener en lo posible las relaciones sociales anteriores, y en su defecto sustituirlas; prestar atención a la formación continua y perfeccionamiento humano y espiritual; flexibilizar criterios con apertura a los nuevos tiempos, huyendo del conservadurismo, apatía e inercia.

En este sentido vamos a destacar los siete principios básico del envejecimiento activo:

Primero:

“Actividad” consiste en toda ocupación significativa que contribuya al bienestar del individuo, de la familia, de la comunidad local o de la sociedad en su mas amplio sentido. No se refiere solo al empleo pagado o producción. “Actividad” significa o implica algo mas que trabajar. Pensamos por ejemplo en el voluntariado social y cultural de las personas mayores.


Segundo:

El envejecimiento activo debe abarcar a todas las personas mayores, incluso a las que son dependientes. La unión entre actividad y salud, también es beneficiosa para las personas de edad avanzada, los llamados mayores – mayores.

Tercero:

”Actividad”, en principio contemplada en su concepto preventivo. El enfoque principal del activismo deberá estar en la prevención de la enfermedad, de la discapacidad, de la dependencia, de la perdida de habilidades...etc.

Cuarto:

El mantenimiento de la solidaridad intergeneracional es un importante aspecto del envejecimiento activo. Oportunidad para desarrollar actividades que incluyan a todas las generaciones. El envejecimiento activo es intergeneracional.

Quinto:

El envejecimiento activo implica derechos y obligaciones. Derechos a la protección social, a la educación y formación a lo largo de la vida etc., pero también debe venir acompañado de obligaciones que saquen partido de las oportunidades de educación y formación

Sexto:

La estrategia del envejecimiento activo debe ser participativa y facultativa. Hay que motivar la actividad pero también que las personas mayores desarrollen sus propias formas de actividad.

Séptimo:

Ver el envejecimiento como un logro social y un patrimonio de una sociedad avanzada, que representa una oportunidad para los ciudadanos mayores, de seguir desarrollándose personal y socialmente



domingo, 5 de septiembre de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (37)

DIEZ PAUTAS DE LA EDUCACION PARA EL ENVEJECIMIENTO

La educación estuvo ligada al aprendizaje para la vida productiva. El niño y el joven se capacitaban para poder ingresar en el mundo del trabajo e incluso la educación de adultos tiene esa finalidad. Pero ahí se terminaba. ¿Para que aprender un jubilado, si ya estaba fuera de ese círculo productivo?

Ante esta interrogante, hay que tomar conciencia de que se está accediendo a una etapa de la vida en la que se registran pérdidas y ganancias, y facilitar a través de esta toma de conciencia nuevos roles a desempeñar, nuevas formas de vida o actitudes frente a la misma y con esto una inserción activa, participativa en la sociedad

Educación y envejecimiento, dos palabras que jamás se hubiera imaginado que pudieran ir juntas. Ahora se sabe y además se recomienda, que se puede aprender a lo largo de toda la vida. De ahí los programas de educación permanente, en las Universidades de la Tercera Edad, los Programas Universitarios para Personas Mayores etc.

Sintetizamos a continuación lo que se consideran pautas de la educación para el envejecimiento:

1.- Información para que comprendamos mejor los cambios y transformaciones durante nuestro proceso de envejecimiento.

2.- Darnos la posibilidad de que conozcamos el potencial de aprendizaje de que disponemos, teniendo como lema el que se puede aprender durante toda la vida

3.- Recibir información adecuada para desterrar los prejuicios, los mitos e ideas erróneas acerca de la vejez, que son tan corrientes en la imaginación de la sociedad.

4.- Despertar el interés por ocupar el tiempo libre con actividades corporales, intelectuales, recreativas, sociales, que tengan como fin el esparcimiento, el placer, el desarrollo intelectual, el goce que da una tarea libremente elegida y ejercida por y para cada uno de nosotros.

5.- Poder adquirir conocimientos para lograr una mejor adaptación a un mundo tan cambiante y al uso de los instrumentos que la tecnología impone. No quedarse marginado e insertarse mejor en la sociedad.

6.- Asistir a programas de preparación para la jubilación y para una mejor participación en la sociedad, una vez alejado de la llamada vida activa o productiva.

7.- Aprender a promover nuestra propia salud, conociendo el auto cuidado, el mantenimiento y preservación de la autonomía

8.- Proporcionar datos y recursos para la adquisición de buenos habito de vida evitando o retardando el mal envejecer.

9.- Colaborar para que el resto de la sociedad, niños, jóvenes y adultos conozcan el verdadero sentido del envejecimiento, lográndose así una mejor intercomunicación generacional.

10.- Y con toda esta información recibida, apoyar un nuevo modelo de envejecimiento, basado en la actividad, el disfrute del tiempo libre y el aporte de la experiencia de vida a las nuevas generaciones.

Terminamos planteándonos una serie de interrogantes, para que Vd. mismo las conteste: ¿Piensa que como persona mayor ya tiene su propia experiencia y conocimientos, no necesitando seguir educando su potencial humano?. ¿Sabe que la educación permanente es un derecho que queda sin desarrollar en la inmensa mayoría de las personas mayores; y que solo una minoría, las mas preparadas, son las que muestran interés en actualizarse?. Sus respuestas reflejaran sus deseos de educación permanente

viernes, 27 de agosto de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (36)

LA PROMOCIÓN DEL VOLUNTARIADO DE LAS PERSONAS MAYORES

Nos encontramos con un importante colectivo de población, con unos niveles económicos aceptables, sin los problemas de salud de antaño, y con 15 o 20 años por delante, después de la jubilación, que se encuentran socialmente marginados y desplazados, pero disponiendo de amplios conocimientos y experiencia. Su participación puede ser muy útil.

Y sin embargo las personas mayores no tienen un papel específico en la sociedad. Prima el modelo juvenil y todo lo que venga de la tercera edad es rechazado. Como declaraba hace ya algún tiempo el presidente de los geriatras y gerontólogos españoles el doctor Guillen: “En una sociedad en la que prima el poder y la belleza, los ancianos no tienen sitio”.

La situación puede ser especialmente problemática cuando se produce la jubilación, ya que al abandonar el trabajo, se produce un vacío que debe ser llenado y adaptarse a una serie de rutinas que en parte se desconoce, y que en muchas ocasiones produce importantes problemas psicológicos, que afectan a su salud y calidad de vida.

Por ello, es fundamental realizar actividades, que faciliten las relaciones, romper el aislamiento, el encerrarse en sí mismo. Se logrará sentirse vivo en el mundo, mediante el contacto con los otros.

Hasta fechas muy recientes, las asociaciones relacionadas con las personas mayores sólo se ocupaban de la asistencia a este colectivo, mostrando una falta de interés por incorporarlos como voluntarios, en actividades de participación.

Sin embargo, en la actualidad, cada vez más, interesa el voluntariado, no sólo para que el mayor sea protagonistas de su propio desarrollo, sino por la enorme cantera de recursos humanos que puede aportar, con una amplia disponibilidad horaria, cubriendo tareas donde es difícil encontrar otro tipo de voluntarios.

La incorporación como voluntarios de las personas mayores supone importantes ventajas, al concienciar a la población de la importancia de las personas mayores, logrando una mejora de su papel e imagen social, difundiendo al mismo tiempo los valores de solidaridad y de voluntariado. Además con su participación en tareas voluntarias de carácter humanitario e interés social, se romperá con las ideas de inactividad e inutilidad que a menudo surgen en estas personas, logrando que se sientan útiles e integrados en el medio, previniendo riesgos de marginación social y de deterioro fisiológico.

No podemos olvidar, que diversos estudios parecen demostrar que el adecuado empleo del ocio de las personas mayores, influye sobre la percepción de satisfacción en la vida. Hay una fuerte relación entre voluntariado y satisfacción en la vida.
No obstante, no es nada fácil implicar a las personas mayores en organizaciones y labores de voluntariado. Tradicionalmente la jubilación esta asociada a pasividad. Ya se han realizado suficientes cosas en la vida, por lo que el mayor considera que debe ser receptor de servicios, más que prestador.

Las personas mayores no tienen entre su experiencia de vida el voluntariado, y para ellos es algo que no va con su “estilo de vida”, no hecho para ellos, sino para personas jóvenes con un alto grado de sacrificio y compromiso. Entre sus alternativas de ocio, el voluntariado, para la mayoría es algo lejano e impensable. La participación social es, en principio, algo que se plantea sólo una minoría, aunque si se orienta como una forma de ser útil, o de sentir que no se está acabado, y de poder aportar la experiencia, la base de potenciales voluntarios aumenta considerablemente.

Sin embargo, si realizamos el planteamiento como una fórmula donde pueden aportar su experiencia, donde les sea reconocido su valor y sus capacidades y al mismo tiempo puedan desarrollar relaciones que les hagan salir de su aislamiento y de ese sentimiento de exclusión, es posible que nos encontremos con la sorpresa, de que un número mucho mayor del que en principio podíamos esperar, estaría dispuesto a participar como voluntario. Participar no es únicamente cumplir con un deber de solidaridad con la sociedad, sino un modo de no sentirse al margen, de no sentirse viejo o que uno ya no vale nada. Por ello, el mensaje para captar personas mayores debe transmitir la idea de la organización como un marco en el que se reconoce y valora la experiencia de las personas mayores. Se trataría de apelar a lo útil, a las potencialidades, o sea, al saber y experiencia de los mayores.

Como ejemplos, entre otras muchas alternativas, podríamos destacar como posibles actividades del voluntariado de las personas mayores:

La enseñanza de su experiencia en colectivos jóvenes: De este modo se ponen los conocimientos y capacidades de las personas mayores a disposición de colectivos infantiles y juveniles.

La captación de otras personas mayores: Participando en las campañas de captación de personas mayores, transmitirán a éstos un modelo a seguir, haciendo más fácil su compromiso como voluntario.

Actividades en centros de personas mayores: Promoviendo en estos centros participación de sus miembros en actividades que dinamicen a este colectivo, fomentando la solidaridad.

Proyectos con personas del mismo colectivo: Organizar mediante la cooperación de voluntarios una red de ofertas de pequeñas colaboraciones domésticas, en régimen de intercambio entre las personas mayores del mismo barrio, ayuda a domicilio, etc.

Abuelos sustitutos: Recuperar un espacio relacional propio de las personas mayores, que es la relación abuelo-nieto, mediante el cuidado de niños cuyos padres trabajan fuera del hogar y que deben permanecer solos durante espacios de tiempo.

Oficinas de información y atención a las personas mayores: Atender al colectivo de personas mayores de un determinado barrio o zona, informándoles sobre cualquier tema de interés, facilitando su acceso a los recursos disponibles y a todas aquéllas ofertas de servicios personales que tengan en su zona y puedan ser de su interés.

jueves, 26 de agosto de 2010

LA VENTANA DEL MAYOR . (35)

Género y envejecimiento.GGénero y envejecimiento
Género y envejecimiento

Queda patente que aunque las mujeres mayores constituyen una parte importante e imprescindible en el proceso del envejecimiento, llevan a sus espaldas la mayor parte del trabajo en el ámbito familiar y sin embargo no disfruta de las condiciones de calidad de vida e igualdad de oportunidades que deben estar garantizadas en cualquier sociedad y especialmente en las sociedades democráticas

Se construye una división cultural, es decir, un conjunto diferenciado de prácticas, ideas y discursos, que crea un marco propio para las mujeres, y las posiciona en un lugar desfavorable en comparación con los hombres, ya sea en lo laboral, personal o de reproducción.

La generación actual de mujeres mayores ha vivido condicionada por la tradición, con ausencia de poder, por el sometimiento al padre y al marido. La sociedad asignó unos roles muy diferentes según género. Lo femenino se construye fundamentalmente en torno a la reproducción biológica y social en el seno de la familia, mientras el papel exclusivamente productivo y “externo” al hogar familiar, define la masculinidad. Conlleva pues distintos espacios donde estar según género: la mujer, en el espacio doméstico y el hombre, al no tener dicho espacio, por ser tradicionalmente femenino, buscan otros, tras jubilarse.

Esta diferenciación de funciones desencadenó, a su vez, una serie de restricciones sociales a las mujeres, cuya consecuencia fue la infravaloración social.

En este punto hemos de poner de relieve, la importancia de que las mujeres mayores reconozcan y valoren todo lo que han hecho y saben hacer. Al haber dedicado su tiempo a actividades domésticas que están desvalorizadas por no estar integradas en el mercado laboral, ello lleva consigo un efecto negativo para muchas mujeres, ya que aquello que ha sido lo central en sus vidas, el trabajo doméstico, carece de valor. Todo lo que han hecho, y hacen, se diluye en el día a día, no se traduce en “producto”.

Y aunque se ha producido un progresivo acercamiento entre las posiciones de ambos sexos - incorporación de la mujer al trabajo, con los cambios asociados a este hecho; mayores ingresos; más relaciones sociales; mejora del nivel educativo, etc.- las desigualdades respecto a los hombres persisten en la vejez. Tienen su origen en diferencias económicas, educativas, de salud, y de rol. Ello lleva consigo que la pobreza, la soledad y la salud etc. expresan de manera contundente, las diferencias entre las mujeres y los hombres mayores, en lo que respecta a la calidad de vida.

Llegado este momento, hay que desprenderse de los viejos esquemas que han servido para hacer invisibles a las personas en la última etapa de la vida y, en especial, a las mujeres. Disminuye la preponderancia que hasta ahora había tenido el sexo como eje en la distribución de roles, y crece la importancia de la edad como criterio diferenciador. Hasta hace poco, el sexo y la edad eran determinantes para predecir algunos de los comportamientos más importantes de los individuos, como su posición familiar, su grado de autonomía económica o sus capacidades físicas, es decir del papel y de la posición que detentan en el conjunto social.

No obstante, aunque el sexo no se puede cambiar ni tampoco la edad, si puede ofrecerse a la sociedad una nueva imagen del hecho de ser hombre o mujer y de las oportunidades que la sociedad brinda a cada uno para conseguir sus propias metas y en definitiva ser feliz

El aumento de la esperanza de vida va a ir acompañado de unos estándares de salud mucho mejores y las mujeres mayores de los próximos 20 años, beneficiarias de las nuevas posiciones feministas, se enfrentarán a la vejez con experiencias laborales, económicas, familiares, de poder y estatus diferentes a las de sus predecesoras y, por lo tanto, dispondrán de mayores recursos económicos, sociales e intelectuales que ellas.

Todo ello exigirá una redefinición de los roles tradicionales relativos a la pareja, la familia, el trabajo remunerado, el dinero, el sexo, etc.

Con ello se abren numerosos interrogantes con el objetivo de conocer el nuevo significado de las posiciones de las mujeres y de los hombres, a lo largo de todo el ciclo vital. Los roles de genero en las nuevas generaciones de mujeres tiende hacia la igualación

Pero no tenemos que olvidar, que si vivir más años conlleva el estigma de una vejez escasamente valorada, lo cierto es que las mujeres que lo padecen se enfrentan a él mucho mejor que los hombres, con una soltura que en el futuro tendrán que agradecer quienes están a las puertas de tales edades. El resultado es el menosprecio por los conocimientos y habilidades de esas mujeres, simplemente porque no están avalados por una acreditación académica y por no tener como finalidad el mercado de trabajo.


Enrique Pozón Lobato, Doctor en Ciencias de la Educación. Catedrático (jubilado) Ponente del Aula de Mayores de la Universidad de Málaga