jueves, 7 de abril de 2011

LA VENTANA DEL MAYOR (55)


EL PARADIGMA DEL ENVEJECIMIETO ACTIVO Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (II PARTE)




Isabel Agüera, maestra y escritora publicaba “MAYORES A ESCENA” en Opinión del Diario Córdoba con el siguiente contenido:

“El pasado día uno se celebró el Día Internacional de las Personas Mayores: actos de todo tipo corrieron por nuestra geografía. Por cierto, fui testigo de un particular evento del que salí más bien triste y, por supuesto, reflexiva, ya que corrían por mi memoria palabras de mi novela Sol de Otoño en las que el protagonista, con resignación, se queja: "El hablarnos a voces, de tú y en ese tono vergonzante, en el que lo hacen es un insulto".


Efectivamente, mi preocupación por los mayores me ha llevado a concluir que, a veces, nos olvidamos de la dignidad, que nada tiene que ver con los años, y, ¡venga fiestas, centros sociales, viajes, bailes, etcétera! Y todo eso es muy plausible, pero, ¿qué hacemos en el ámbito familiar, el más importante para ellos, por tratar de que sean felices? Los condenamos a una vejez sin remedio, cuando, al subir el tono de la televisión, les gritamos: "¡Estás sordo!" Cuando, al tropezar, exclamamos: "¡Estás ciego!" Cuando olvidan algo e, inexorablemente, repetimos: "¡Que estás perdiendo la memoria!" Los condenamos a la soledad más absoluta, cuando se nos pasan los días sin visitarlos, cuando ni tan siquiera tenemos tiempo para una llamada de teléfono ("¡qué no daría yo por unos minutos en compañía de mis padres!"), cuando se nos olvidan sus achaques e impotencias, cuando ya no nos sirven, en definitiva, para nuestro absoluto provecho. Y los condenamos a una tremenda humillación, cuando, olvidados de su dignidad, pasamos a tratarlos como niños. La ancianidad debe ser un eslabón más en el proceso evolutivo. No una petrificación y marginación social y familiar, expuesta a las intemperies de nuestros repentes. De ahí que, reyes por un día, no. Son nuestros padres, siguen ahí. Menos fiestas, pediría yo, y mucho más amor”

Las reflexiones sobre el citado artículo nos condujeron a dialogar escribiendo en dicho Diario, “EL PROTAGONISMO DE LOS MAYORES”.

“El criterio generacional indica la existencia de una permanente lucha o conflicto potencial entre generaciones, que en la actualidad tiende a resolverse a favor de los más jóvenes y en detrimento de las generaciones más viejas, que se ven relegadas a los últimos posicionamientos sociales. Nuestra sociedad ha sido seducida por la juventud. Nadie lanza un mensaje que diga ¡qué grande es ser persona mayor! como si el ser mayor fuese una edad en la que no se puede contribuir al bien común. Esta postura supone una clara discriminación, catalogando a la persona mayor como un "inútil social". La sociedad, en líneas generales, considera a los mayores como categoría independiente, separada como grupo, y a la que se le administra su bienestar y diversión, actuando como cuidadores. Los mayores están más tutelados que respetados, más dirigidos que orientados, recibiendo trato de favor que les hace perder autonomía, aportación, responsabilidad, exigencias, obligaciones y compromisos. Esta situación conduce a que las personas mayores no encuentren una parcela en el marco de la cultura contemporánea, y lo que es peor, no actuando para conseguir sus propios objetivos” .La planificación de atención a la vejez "basada en las necesidades", que contempla a las personas mayores como objetos pasivos, se ha de sustituir por otra "basada en sus derechos", considerando la igualdad de oportunidades para ejercer su participación en el proceso político, social y en otros aspectos de la vida comunitaria. Un enfoque cultural de las personas mayores, con actitud participativa, intelectual, reconocidas socialmente como grupo, con amplios espacios para la creación, recreación e intervención”

(continuará)




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