martes, 5 de julio de 2011

LA VENTANA DEL MAYOR (67)

DIEZ CLAVES PARA SER FELIZ

Vamos a conocer las diez claves dadas por el psiquiatra Luís Rojas Marcos para vivir una vida razonablemente feliz. No basta con ganarle la batalla a la enfermedad, sino que es igualmente importante aceptarnos tal y como somos para adaptarnos a los cambios y superar las adversidades.

Nuestra sociedad devalúa el proceso natural de envejecimiento y glorifica la juventud. El lema, más o menos explícito, es: “Lo viejo es feo, no sirve, se tira”. Esta postura alimenta la obsesión de incontables hombres y mujeres por mantener una apariencia joven. El problema es que la búsqueda compulsiva e inútil de la eterna juventud destruye cualquier posibilidad de aceptarnos tal y como somos. Además, fomenta un estado de continua frustración.

La aptitud para encajar y superar los retos que nos depara la existencia está, en gran medida, relacionada con la personalidad que desarrollamos en las dos primeras décadas de la vida. Fortalecer nuestra aptitud para adaptarnos a los cambios físicos, psicológicos y sociales que nos afectan a lo largo de los años es posible pero ello exige una dosis generosa de motivación, aprendizaje, esfuerzo, entusiasmo y autodisciplina.

Por eso debemos dejar constancia de una serie de pautas para ser feliz en la vejez :

1ª- Conéctate afectivamente a otros

Sentirse parte de un grupo solidario hace que se superen mejor las adversidades, ya que conectarse con los demás constituye un antídoto muy eficaz contra la incertidumbre que producen los cambios desfavorables. La calidad de la vida es, básicamente, la calidad de nuestras relaciones.

2º.- Mantente bien informado.

Informarse ayuda a mantener los pies en la tierra. La información es reparadora y útil si, además, incluye recomendaciones específicas eficaces. Cuando se toman medidas preventivas concretas, uno se siente menos indefenso, más seguro y con un mayor control sobre la vida. Ver el lado positivo de los cambios es un ingrediente indispensable para el bienestar.

3º.- Comunícate más

Gracias a las palabras, ningún ser humano es una isla. Al describir los temores, las preocupaciones y los sentimientos, se reduce su intensidad emocional. El vínculo de las palabras con las emociones permite liberar miedos, infunde seguridad, confianza y consuelo. .

4.- Fomenta el optimismo

Aquellos que tienen un talante optimista se adaptan mejor a los cambios, porque una valoración positiva de los desafíos pasados estimula la voluntad que empuja a conseguir objetivos que se desean y fomenta pensamientos alentadores, como “yo puedo”, “lo intentaré” o “estoy preparado para lograrlo”.

5.- Practica el sentido del humor

El sentido del humor alivia el miedo y la inseguridad, actúa de purgante psicológico que libera de obsesiones destructivas. Además, reír con ganas libera del estrés. Una buena carcajada oxigena y alimenta una perspectiva jovial de la vida.

6.- Practica algo de ejercicio

La actividad física ejerce efectos saludables en el estado de ánimo, disminuye el estrés, revitaliza, ayuda a dormir mejor, evita que aparezcan enfermedades como los trastornos cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes y la osteoporosis. Ante los desafíos de la vida hay que apuntarse al “movimiento del movimiento”.

7.- Permítete pequeños placeres

Reunirse con los amigos, cocinar, dar un paseo o salir de compras hará, sin duda, que te sientas mejor. Aprender a disfrutar de los pequeños placeres de la vida ayuda a aceptar mejor el paso del tiempo.

8.- Déjate ayudar por la ciencia

La mayoría de los avances tecnológicos –teléfono móvil, ordenador...–, hacen los momentos difíciles más soportables, porque facilitan la comunicación. La medicina ha superado su misión de diagnosticar y curar enfermedades y se interesa cada día más por hacer más llevadero el paso por el mundo: la salud no es sólo la ausencia de enfermedad sino el estado de completo bienestar físico, mental y social.

9.- Cultiva la espiritualidad

No pocas veces la esperanza –que se dice es el pan de la vida– procede de la esfera espiritual del mundo interior. La espiritualidad es un sentimiento gratificador de conexión emocional profunda con algo que se encuentra fuera, que puede ser creencias religiosas, solidaridad, el amor, la libertad o el resultado de una sintonización especial con la naturaleza.

10.- Alimenta el altruismo

Las personas que se consideran socialmente útiles o tienen un impacto positivo en la vida de otros, sufren menos de ansiedad, duermen mejor, abusan menos del alcohol y las drogas y resisten mejor ante los reveses cotidianos. La bondad hacia los demás, además de su valor como mecanismo natural de supervivencia de la especie humana y los beneficios que aporta a sus receptores, son muy saludables para quienes lo practican.

1 comentario:

  1. Esteban Paniagua Sánchez5 de julio de 2011, 21:57

    Totalmente de acuerdo, compañero Enrique. Al final el objetivo es vencer a la soledad. Aqui, en Canarias, conozco un montón de Asociaciones de Mayores con una cantidad de actividades semanalmente que les "obligan" a estar en constante movimiento, tanto físico como mental. En mi pueblo esta el Hogar del Pensionista que, igualmente, les facilita la posibilidad de realizar muchas actividades culturales sin faltar la deseada partida del tute.

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