domingo, 20 de enero de 2013

LA VENTANA DEL MAYOR (125)

Cambios en los sentidos por el envejecimiento

     Cuando uno persona envejece, la forma en que  la vista, oído, olfato, gusto y tacto dan información, afecta  al estilo de vida, a la comunicación, a las actividades  y a las relaciones  sociales, contribuyendo a una sensación de aislamiento. Todos los sentidos pueden ser afectados por la edad. Sin embargo los cambios visuales y auditivos son los más significativos. Afortunadamente, muchos de ellos se pueden compensar con aparatos como gafas y audífonos.

     En cuanto a la visión,  las estructuras del ojo cambian con la edad. A medida que uno envejece, la nitidez de su visión o agudeza visual puede disminuir gradualmente. Por regla general las  personas mayores de 55 años necesitan gafas al menos una parte del tiempo; sin embargo, el grado del cambio no es universal. Únicamente del 15 al 20% de las personas de edad avanzada presentan una visión tan deteriorada que puede afectar su capacidad para conducir y sólo el 5% llegan a ser incapaces de leer o tienen menos tolerancia al resplandor y  más dificultad para adaptarse a la oscuridad o a la luz brillante.

     En lo referente a la audición, los oídos tienen dos funciones: una es oír y la otra es mantener el equilibrio A medida que uno envejece, las estructuras auditivas se deterioran Se considera que el 30% de  las personas de más de 65 años tienen limitaciones significativas de la audición

     Algunos estudios han indicado que el envejecimiento normal por sí solo produce muy poco cambio en el gusto y el olfato y que más bien los cambios pueden estar relacionados con enfermedades, el tabaquismo y otras exposiciones ambientales a lo largo de la vida. Los sentidos del olfato y  el gusto  actúan conjuntamente para ayudar a la degustación de los alimentos. Una comida deliciosa o un aroma placentero pueden mejorar el disfrute de la vida. La disminución del gusto y el olfato puede reducir el interés y el placer al comer. Algunas personas pueden descuidar su higiene personal cuando se disminuye el sentido del olfato. El disfrute del medio ambiente también puede disminuir.  Hay un aumento del riesgo de asfixia debido a que no pueden detectar el olor del gas natural de la estufa, el horno u otro aparato, por lo que puede ser útil un detector de gas visual.
En caso de perderse la sensibilidad gustativa, generalmente se pierden primero los sabores salado y dulce y los sabores amargo y ácido permanecen un poco más de tiempo. Adicionalmente, la boca produce menos saliva a medida que se envejece. Esto causa resequedad, lo cual dificulta más la deglución. Igualmente, puede hacer que la digestión sea un poco menos eficiente y puede incrementar los problemas dentales. El sentido del olfato puede disminuir, especialmente después de la edad de 70 años y esto puede estar relacionado con la pérdida de terminaciones nerviosas en la nariz. El sentido del olfato comienza en los receptores nerviosos ubicados en la parte alta de las membranas de la nariz.



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