martes, 22 de julio de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (186)

REFLEXIONES SOBRE SI MISMO (I de II)

             Como intérpretes de su situación de vejez, los protagonistas, se colocan fuera del tiempo para reflexionar sobre sí mismos. Desde esta posición los personajes miran los dos términos de la comparación, su vejez y la juventud de los otros, para afirmar su diferencia.

             El viejo “Es un recién llegado que de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia”. “Es un gigante forzudo que tiene detrás un pasado de gloria como peleador. Está sometido por el hecho de ya no ser joven. La juventud perdida  llega a través de las reflexiones“.  “Cuando el cuerpo se niega a servir todas nuestras intenciones y deseos o cuando éstos son medidos en  previsión de fracasos posibles, podemos afirmar que ha comenzado la vejez”. “La vejez inequívoca es la que pone más arrugas en el espíritu que en la frente”. “Por momentos parece que predomina lo biológico para luego surgir con fuerza todo aquello que está más relacionado con cuestiones de actitud frente a las cosas y aspectos psicológicos”. .“Las canas simbolizan la proximidad del ocaso y son la manifestación evidente de otros cambios que permanecen ocultos a la vista: el cerebro y el corazón,  todo el espíritu y toda la ternura encanecen al mismo tiempo que la cabellera”.


           “La ignorancia del propio crepúsculo se manifiesta por el rechazo de la propia vejez por parte de aquéllos  que están envejeciendo o han envejecido, como si ésta fuera algo que le sucede a los otros, pero nunca a uno mismo”. “El cambio total de los sentimientos, la pereza para enfrentar tareas nuevas y el abandono de las ideas más personales por otras más comunes y menos arriesgadas. Si alguna excepción existe es justamente una excepción y nunca la regla”.  “El tiempo pasado jamás podría ser recobrado. Su visión de la existencia propone un tiempo fracturado, dividido en dos identidades radicalmente distintas, la Juventud y la Vejez” “La identidad del viejo, un personaje pasivo, sin voluntad, se corresponde con el aspecto de los espacios físicos que lo rodean”.“Amenazado por la máscara común de la vejez, de la rutina, de las leyes biológicas uniformes. Ante esa maquinaria que es el paso del tiempo, sabe que su individualidad es frágil, precisamente porque es consciente de ella”. “La vejez es la edad en la que ya no hay experiencias, nada más que costumbres y repeticiones”. “El viejo es un ser sin voluntad, que vive sumergido en la rutina de sus imágenes conceptuales, lejos de la realidad, incapaz de grandes proyectos”.”. “La vivencia del pasado es la de un tiempo perdido y ajeno, perteneciente a un ser con una identidad distinta a la del hombre que recuerda”. “El tiempo es una serie de hechos rutinarios y de costumbres, es decir un tiempo inmóvil”. “La vejez, es  la vida fuera de los sueños e ilusiones del presente, es un estado esencialmente pasivo, una repetición permanente del presente”. “La vejez, en efecto, es un estado en el que nada pasa”. 


        
        “La vejez, como una degradación de los ideales y de la voluntad, es una consecuencia, pues, de una evolución natural que afecta a los hombres y a los escenarios en los que éstos viven”. “Si la vejez es una degradación de la vida, una pérdida del idealismo y de la fe, entonces el viejo es moralmente inferior al joven y, por lo tanto, puede ser juzgado por él”. “En la juventud el tiempo es percibido como un cambio. Imagina el mañana como un conjunto de realizaciones de sus proyectos”. “Visión de un joven lleno de energía, dispuesto a acusar a las generaciones mayores”. “Los mismos jóvenes que acusaban a los viejos de serlo, pasan a formar parte de ese mundo en pocos años; dejan para siempre el “país de juventud” al que pertenecieron un día”.



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