domingo, 21 de diciembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (202)

REFLEXIONES SOBRE SI MISMO (I de II)

          Como intérpretes de su situación de vejez, los protagonistas, se colocan fuera del tiempo para reflexionar sobre sí mismos. Desde esta posición los personajes miran los dos términos de la comparación, su vejez y la juventud de los otros, para afirmar su diferencia.  

            El viejo “Es un recién llegado que de vez en cuando sufre sus crisis de nostalgia”. “Es un gigante forzudo que tiene detrás un pasado de gloria como peleador. Está sometido por el hecho de ya no ser joven. La juventud perdida  llega a través de las reflexiones“.  “Cuando el cuerpo se niega a servir todas nuestras intenciones y deseos o cuando éstos son medidos en  previsión de fracasos posibles, podemos afirmar que ha comenzado la vejez”. “La vejez inequívoca es la que pone más arrugas en el espíritu que en la frente”. “Por momentos parece que predomina lo biológico para luego surgir con fuerza todo aquello que está más relacionado con cuestiones de actitud frente a las cosas y aspectos psicológicos”. .“Las canas simbolizan la proximidad del ocaso y son la manifestación evidente de otros cambios que permanecen ocultos a la vista: el cerebro y el corazón,  todo el espíritu y toda la ternura encanecen al mismo tiempo que la cabellera”.

               “La ignorancia del propio crepúsculo se manifiesta por el rechazo de la propia vejez por parte de aquéllos  que están envejeciendo o han envejecido, como si ésta fuera algo que le sucede a los otros, pero nunca a uno mismo”. “El cambio total de los sentimientos, la pereza para enfrentar tareas nuevas y el abandono de las ideas más personales por otras más comunes y menos arriesgadas. Si alguna excepción existe es justamente una excepción y nunca la regla”.  “El tiempo pasado jamás podría ser recobrado. Su visión de la existencia propone un tiempo fracturado, dividido en dos identidades radicalmente distintas, la Juventud y la Vejez” “La identidad del viejo, un personaje pasivo, sin voluntad, se corresponde con el aspecto de los espacios físicos que lo rodean”.“Amenazado por la máscara común de la vejez, de la rutina, de las leyes biológicas uniformes. Ante esa maquinaria que es el paso del tiempo, sabe que su individualidad es frágil, precisamente porque es consciente de ella”. “La vejez es la edad en la que ya no hay experiencias, nada más que costumbres y repeticiones”. “El viejo es un ser sin voluntad, que vive sumergido en la rutina de sus imágenes conceptuales, lejos de la realidad, incapaz de grandes proyectos”.”. “La vivencia del pasado es la de un tiempo perdido y ajeno, perteneciente a un ser con una identidad distinta a la del hombre que recuerda”. “El tiempo es una serie de hechos rutinarios y de costumbres, es decir un tiempo inmóvil”. “La vejez, es  la vida fuera de los sueños e ilusiones del presente, es un estado esencialmente pasivo, una repetición permanente del presente”. 

               “La vejez, en efecto, es un estado en el que nada pasa”. 
              “La vejez, como una degradación de los ideales y de la voluntad, es una consecuencia, pues, de una evolución natural que afecta a los hombres y a los escenarios en los que éstos viven”. “Si la vejez es una degradación de la vida, una pérdida del idealismo y de la fe, entonces el viejo es moralmente inferior al joven y, por lo tanto, puede ser juzgado por él”. “En la juventud el tiempo es percibido como un cambio. Imagina el mañana como un conjunto de realizaciones de sus proyectos”. “Visión de un joven lleno de energía, dispuesto a acusar a las generaciones mayores”. “Los mismos jóvenes que acusaban a los viejos de serlo, pasan a formar parte de ese mundo en pocos años; dejan para siempre el “país de juventud” al que pertenecieron un día”.

jueves, 11 de diciembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (201)

UN NUEVO DISCURSO

Se trata de un nuevo discurso. No de una “pedagogía de la necesidad” sino una “pedagogía de la libertad” al alcance de cada cual en el momento que le convenga. En síntesis, las justificaciones para la implantación de la educación permanente para todos, debe basarse en nuevas estrategias: ocuparse del aprendizaje en todas sus formas; no aceptar demarcaciones estrechas entre programas académicos y vocacionales; y tampoco  restringir la  oportunidad de aprende en las estructurales formales. Hay que evitar en todo caso, que la educación permanente sea algo más que una colección caótica y no articulada de estructuras y funciones.


El tiempo actual esta teñido por la cultura postmoderna, un tiempo donde cuenta muy poco el pasado, la experiencia o el futuro. Las personas mayores quedan así marginadas, y deben elegir, entre quedar amarradas al pasado, haciéndose impermeable a los cambios, o captar la experiencia de vivir ese cambio, para lo cual necesitan preparación.  Todo ello desemboca en unas reflexiones: llegar a la vejez con mente abierta y ubicada en el tiempo, con información, conocimientos y nuevas experiencias; compartir reflexiones, ideas, opiniones etc. Se aprende a lo largo de la vida.


Estamos pasando de la acción de  formación   genuina  para una etapa de la vida, a la necesidad de educación como proceso vital a lo largo de la vida. Esta situación hace que el concepto de persona mayor y de formación a lo largo de la vida no esta suficientemente integrada en el discurso educacional, apareciendo la educación de la persona mayor como una iniciativa transitoria de asistencia social.  De hecho la educación permanente afecta a pocos beneficiarios y sólo la minoría que tiene deseos de actualizarse suele ser la mejor preparada.



La  educación permanente requiere: un apoyo a las instituciones para que ellas mismas se transformen en comunidades de aprendizaje a lo largo de la vida.  Que las mismas integren elementos académicos, financieros y administrativos. Dispongan de estructuras  responsables de desarrollo organizativo, de equipos, de alumnos, de desarrollo de planes de estudio impulsados y apoyados en el compromiso con la comunidad. 

 El ajuste de las diferentes estructuras de apoyo, tales como sistemas de información académica, ofertas de bibliotecas y tecnología de aprendizaje, a la nuevas misión  en las sociedades de aprendizaje. La educación de adultos es meramente compensatoria. La educación permanente tiene un sentido más amplio. La relación con la educación de personas mayores debe implicar una serie de cambios y de rupturas en la organización del sistema educativo.


lunes, 1 de diciembre de 2014

LA VENTANA DEL MAYOR (200)

DE LA DISVINCULACIÓN AL ACTIVISMO

          La toma de conciencia de la temporalidad de la vida llevaría a la persona a reorganizar sus proyectos en función del tiempo que le queda por vivir, y del sentido y valor de sus diversas posibilidades. Distanciamiento reciproco entre las personas que envejecen y los miembros del sistema social al que pertenecen. DESVINCULACIÓN provocada ya sea por el mismo interesado o por los otros miembros del sistema. 

        Desde el punto de vista social, responde a dos necesidades: por una parte, evitar que la desaparición natural de un individuo, tenga repercusiones en el sistema;   por otra, contribuir a la capacidad  evolutiva   de   la   sociedad,   permitiendo   a   las   jóvenes generaciones retomar los sitios liberados por aquellos que están retirando, con lo que se estaría evitando el desempleo  entre los jóvenes. Es una complicidad entre lo  biológico y lo social.       La desvinculación no sería un fenómeno natural y espontáneo, y por lo tanto buscado por el sujeto, sino un ajuste psicológico a los acontecimientos que ocurren fuera de la voluntad del sujeto. Se acepta la desvinculación más como un cambio de roles que como una renuncia. No es una desvinculación sino la modificación de la forma de comportarse. En relación con sus aspectos positivos, asegura el funcionamiento óptimo de la sociedad; representa una forma ordenada de transición del poder; permite a lo individuos adaptarse más adecuadamente a sus pérdidas; y protege al individuo contra situaciones de estrés. Ante la postura de  la desvinculación hay otra postura que pone de relieve el ACTIVISMO   



Jornadas de Envejecimiento Activo, Promoción de la Cultura y Desarrollo personal   

         “Solo es feliz y se siente satisfecha  aquella persona que es activa, que produce algún rendimiento, que es útil para los demás.  Enfatiza que las actividades sociales juegan un rol de “amortiguador”  para atenuar el trauma de la perdida de roles más importantes. Promueven en el individuo que envejece, la reconstrucción de su propia imagen que ha sido deteriorada por las mismas pérdidas. El tener diferentes roles sociales e interpersonales se relaciona de manera significativa con un nivel elevado de adaptación o de satisfacción de vida  en edad  avanzada.
    
         Por  otro lado, si  el  concepto de rol se define  como el cargo o función que uno desempeña en alguna situación o en la vida, es necesario tener en cuenta que no siempre el verse privado de una actividad significaría una frustración. Hay ejemplos en los que el individuo florece una vez que ha sido liberado de los papeles anteriores y obtiene mayor disponibilidad de su tiempo. No es la actividad por si misma lo que es provechoso, sino lo que para el individuo tiene sentido. Aplicable, más a la etapa de paso a la jubilación, que al propio envejecimiento. No obstante, existen casos que demuestran que la actividad social no es necesaria ni suficiente para lograr un buen nivel de satisfacción de vida. Lo que viene siendo más importante para el sujeto son, las actividades sociales que tienen sentido para él y no la actividad por si misma. 


         No es la cantidad de interacción que se tenga, sino el hecho de tenerla, pero de una manera significativa  En definitiva, esta situación de actividad tiene aspectos positivos: sentimiento de bienestar, sentirse útil; protección contra el aburrimiento, soledad, enfermedad. Las interacciones sociales contribuyen a mejorar la imagen de uno mismo; ideal para los grupos de edad de la jubilación; rol amortiguador para atenuar las pérdidas de roles más importantes. Se estará pensando que  resulta demasiado ideal, ya que se crea una expectativa irreal sobre los individuos que envejecen, para que mantengan los niveles de actividad asociados con las personas de mediana  edad, aunque tenga una avanzada edad.  Es valida la relación empírica entre actividad y bienestar en la vejez, relación entre el envejecimiento activo y el envejecimiento saludable: conexión vital entre actividad y salud.